viernes, 10 de octubre de 2008

The Huge Metal Fan: Opeth

Pues que me encuentro esto en sputnikmusic, sobre "Watershed":

"They formed eighteen years ago, and despite a few miscues they've been quite successful. Are they overrated? Maybe. But they don't often let down their fans, and for that reason even I fell victim to Watershed's hype machine. Opeth's ninth studio album doesn't disappoint either. While Watershed isn't in the band's upper echelon of albums – a spot reserved for Damnation, Blackwater Park, and Still Life - it's still a quality record that meets, and at times exceeds, the standard Opeth has set over the years."


¿Habrá crítica libre de las cadenas de la pretención? Aquella donde despreocupado el crítico de modas e innecesarios contextos, no le interese llegar a donde no sea necesario llegar ni descalificar por temor de parecer desconectado o, peor, incoolto.

En un lugar muy escondido estaría esta supuesta crítica, clarísimo. ¿Se podría llegar ahí?

Consideremos el siguiente ejemplo. Cuando Slayer saca “God Hates Us All” y “Christ Illusion”, el coro de voces cantó al unísono: “no es ‘Reign in Blood’ pero es su material más sólido en estos últimos años.” Ah, maldito sea el que brilla temprano. ¿Porqué no aplicarlo en nuestras vidas? “Cumpliste con la meta del mes; has hecho un buen trabajo, Juan”, dijo mi jefe, “pero nunca como cuando sacaste ese 100 en matemáticas en la secundaria.”

Pero peco de naíf. El contexto, dicen, lo es todo; lo importante es decir que “Watershed”, noveno disco de Opeth, es de los mejores discos lanzados este año. Åkerfeldt fusiona estilos como el death, thrash y black metal con una infusión de folk y rock clasico tipo Deep Purple, sin temor de incorporar órgano hammond, piano, corneta inglesa, oboe, flauta, violín y cello para un cóctel muy atmosférico y provocador. El grupo lo interpreta con confianza, dominio y convicción total, aplicando feeling para enriquecer los momentos emotivos y ferocidad cuando se necesita partir cabezas. Las letras son básicamente poesía mala, como en “Porcelain Heart” (“Icy roads beneath my feet/Lead me through wastelands of deceit/Rest your head now, don't you cry/Don't ever ask the reason why”), pero comparadas con lo que escribe James Hetfield hoy en día, parecen escritas por el mismísimo Shakespeare.

Recomendado: para los que les gusta su metal majestuoso y a los que les apasiona el prog. Échenle un vistazo a "Porcelain Heart" y "Heir Apparent". Piuf.

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